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Empresa, Entrevistas

Pepe Mtz. Atienza, Team Leader de Porvasal: toda una vida dedicada a la porcelana

Pepe Atienza

El valenciano Pepe Martínez Atienza lleva desde los 14 años trabajando en el mundo de la porcelana; casi medio siglo –ahora tiene 58– dedicado a una industria de la que habla con cariño y pasión. Esa pasión y esa trayectoria están fuertemente unidas a la trayectoria de Porvasal, pues Pepe es uno de los trabajadores que la han visto crecer desde el día de su nacimiento. Hoy, ya en el puesto de Team Leader, Pepe echa la vista atrás y nos cuenta cómo ha evolucionado el trabajo en la porcelana y, más concretamente, en la fábrica de Chiva.

¿Desde cuándo estás en Porvasal?

Yo estoy en Porvasal desde su inicio, en marzo del 1991. A lo largo de todo este tiempo he ido asumiendo diferentes funciones: empecé como operario, después pasé a ser responsable de pastas y colaje, desde ahí he ido estando de manera progresiva  al frente de la sección de conformado, y actualmente estoy trabajando como Team Leader.

¿En qué consiste la función de Team Leader?

Hace unos tres años en Porvasal la función de encargado estaba repartida en diferentes secciones, pero desde entonces existe la figura del team leader, que homogeneiza la función de los cargos intermedios y se encarga de organizar y coordinar varias secciones.

¿Ha cambiado mucho la fabricación de vajillas desde que empezaste en Porvasal?

Desde luego; al inicio arrancamos con unas instalaciones un tanto obsoletas, pero enseguida se hizo una inversión muy fuerte y se han ido instalando herramientas de primer orden, como prensas isostáticas o como prensas de alta presión con moldes de resina porosa. También se hizo una gran inversión en la instalación de los hornos, como el horno de bizcochado a 1030 grados y el horno de vitrificar a 1385 grados.

La diferencia es muy importante, porque esta tecnología para el conformado y otros procesos ha hecho que los tiempos se reduzcan mucho. Por ejemplo, en el horno de vitrificado antiguo pasaban 48 horas desde que entraba la vagoneta hasta que salía del horno, mientras que ahora solo tarda cinco horas.

Cinco horas de vitrificado, pero, ¿cuánto se tarda en fabricar una pieza?

Desde la configuración de la pieza hasta la llegada al almacén para su expedición, en torno a los seis o siete días.

¿Sigue habiendo cierto grado de artesanía en el proceso de fabricación?

Sí. Fuera de la decoración, si hablamos de la parte de fabricación, hay una labor que prácticamente no ha variado: el colado atmosférico en la fabricación de piezas huecas como lecheras, cafeteras, saleros, pimenteros, etc. Eso se sigue haciendo con el sistema de moldes de escayola, y se va formando el grosor de la pieza de la absorción de agua que tiene la propia barbotina. Hay un proceso manual y otra función semiautomática. Es lo único que no ha variado.

Desde el punto de vista de la fabricación, ¿qué valor destacarías en las piezas de Porvasal?

Me quedaría con tres puntos: la durabilidad, la resistencia al rayado que tiene la terminación de cualquiera de nuestros productos y la calidad de la porcelana que fabricamos.

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Entrevistas

David Maldonado (@conelmorrofino): Un buen emplatado debe tener simetría, textura y color

David Maldonado es el foodie que se esconde bajo la cuenta de Instagram ‘Con el morro fino’ (@conelmorrofino), un colorido álbum de fotos en el que recoge culturas gastronómicas diversas: desde el clásico caldero murciano a las sabrosas hamburguesas made in Spain; del nigiri japonés a la tarta de queso, cuya procedencia, situada originalmente en Grecia, se ha difuminado a lo largo y ancho del mundo. ‘Con el morro fino’ es, en definitiva, una combinación de buena cocina y mejor gusto por la fotografía.

¿Qué dirías que diferencia a Con El Morro Fino de otras cuentas foodies en Instagram? ¿Cuál es tu sello distintivo?

Por un lado, intentamos cuidar mucho el contenido, tanto en información que aporte valor, como en una fotografía atractiva en cada publicación. Por otro, llevamos más de 5 años recomendando al menos un restaurante a la semana y subiendo fotos prácticamente a diario. Esta recurrencia, al seguidor (y a Instagram también) le suele gustar.

Para ti, ¿qué importancia tiene la estética en la composición de un buen plato? ¿Una receta sabrosa pero mal presentada tendría cabida en tu cuenta?

La estética, a día de hoy, juega un papel fundamental en el plato. El cliente ya no solamente quiere comer bien, sino que quiere ver en su plato algo visualmente atractivo. En cuanto a las recetas sabrosas pero, digamos, feas… claro, hemos recomendado en más de una ocasión platos que no eran precisamente bonitos, porque lo que al fin y al cabo más nos importa es que esté bueno, por encima de su aspecto.

Foodie

¿Hay algún alimento especialmente fotogénico que te guste sacar en tus publicaciones?

Tanto a nivel visual, como gastronómicamente, me gustan mucho los nigiris. El color y la textura del pescado sobre el arroz, con sus diferentes salsas y aderezos, suelen ser muy fotogénicos.

Muchas veces juegas mucho con los contrastes entre la vajilla y los ingredientes, con el plano detalle o con la luz. Bajo tu criterio, ¿qué tiene que tener una buena fotografía gastronómica?

Sobre todo luz; la luz lo es todo. Si a eso le sumas una buena composición de elementos, tanto dentro como fuera del plato, una vajilla atractiva, y una presentación trabajada, la foto sale sola.

¿Qué valor le concedes al emplatado? ¿Lo consideras esencial en la composición de tus platos?

No es esencial, pero sí aporta mucho para que una foto de un plato sea potente.

con el morro fino 2

¿Qué ha de tener un buen emplatado?

Simetría, textura y color. No hay más que ver lo que está haciendo Paco Morales en Noor.

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