Vajillas ecológicas hechas con productos naturales

Hay pocos productos tan naturales como la porcelana. Tanto el proceso de fabricación como los ingredientes acreditan la plena sostenibilidad de un producto cerámico que en el caso de las vajillas Porvasal se ha convertido en un arte. Tecnología puntera y respetuosa con el entorno, tanto en el uso de los materiales (cuarzo, caolín y feldespato) como en el tratamiento de las aguas necesarias para la producción de las piezas en nuestra factoría de Chiva.

Nuestro producto Made in Spain sigue unos rigurosos protocolos de respeto por el medio ambiente. El proceso arranca con la mezcla de los tres minerales para elaborar la llamada barbotina, una pasta que resulta de mezclar los materiales en crudo y en dosis distintas según las piezas que se vayan a fabricar: platos, tazas, fuentes… En todos los casos se trata de material crudo. Aquellas piezas que ya de entrada y previamente a la cocción presentan algún tipo de tara son troceadas y devueltas al proceso. Se reformula la mezcla y se integran así los componentes reciclados. Una vez fabricada cada pieza, se acomete el horneado. A partir de ese primer horno, podemos ya hablar de bizcochado, material que vuelve a ser reintroducido al proceso si existe alguna merma. Al final de la cadena se procederá ya al acabado, a través del vitrificado de las piezas Porvasal.

Cabe destacar el uso del agua, que proviene de un pozo propio que se utiliza para preparar las barbotinas. Todo el agua que se usa es convenientemente depurada antes de verterla al alcantarillado como no podía ser de otra manera.

De esta forma, se consigue casar la distinción y la elegancia de las vajillas con el respeto medioambiental en un producto, la porcelana, de elevada resistencia e impermeabilidad.
Unas propiedades que convierten a nuestra porcelana de Porvasal en la reina indiscutible de la cocina y del comedor. Un producto saludable y sostenible, entre otras razones por tener cuatro ingredientes básicos naturales y no transformados: caolín, cuarzo, feldespato y agua. Y, por supuesto, por estar tratados con el sello y las pautas ecológicas de este fabricante.