Con 16 años recién cumplidos, decidí aprender un oficio. Y en ese año en Madrid había una crisis tan dura como la de ahora o más, así que me decidí por la cocina, que era el sector que daba posibilidades de trabajar, y la cocina me había llamado la atención desde pequeño. Y empecé de pinche, friegaplatos y después de mi jornada me ponían en sala de aprendiz de camarero. Y desde el primer día que pisé la cocina tuve claro que es lo que quería aprender, y cada vez me fue apasionando más. Después de tres años en Madrid y terminar el servicio militar en cocina, decidí salir de Madrid para seguir aprendiendo. Empecé en Castellón en un restaurante de pescado y marisco y, trás pasar por diferentes restaurantes humildes y grandes maestros, recalé en el hotel “Hostal de la Gavina 5 estrellas Gran Luxe”, que fué donde empecé con la alta cocina. De ahí pasé al Celler de Can Roca de stage, luego a Vaquería al restaurante Ticolet, y seguí moviéndome por diferentes puntos de la geografía, como Oiarzun en el restaurante Zuberoa, en aquella época tenía dos estrellas Michelin. La verdad es que de maravilla, ya que empecé como segundo de cocina en el restaurante el Olivo del hotel La Residencia en Deia, donde años atrás había trabajado como cocinero. De ahí pasé al Hotel Can Simoneta en Canyamel como Chef Executive, donde en 2007 nos dieron el premio al mejor hotel restaurante de España, por Anamazinghotels.

Posteriormente recalé como jefe de cocina en el restaurante japonés Tahini en Mallorca, dándome la oportunidad de realizar un stage en Tokio en el restaurante Suzaku. Trás dos años de cocina japonesa, necesitaba volver a mis raíces mediterráneas y tener más libertad, y pasé a trabajar como jefe de cocina en restaurante Satyricon de Mallorca. En mi estancia en Mallorca, realicé varios stage en Martín Berasategui, gracias al CCA que me lo presentaron en la segunda edición a la que asistí como invitado. Actualmente llevo algo más de un año con mi restaurante en Benicarló – Castellón.