Anna Terés: «Mi cocina tiene éxito porque es sencilla y asequible para todos los bolsillos”
La catalana Anna Terés es Licenciada en Geografía e Historia pero desde hace algunos años se gana la vida en el ámbito de la gastronomía. Todo comenzó a raíz de que varias personas le pidieran una receta para cocinar bizcocho. Anna decidió que no le apetecía hacer fotocopias de la receta y prefirió subirla a Internet. No le fue mal: desde entonces, la foodie ha conseguido reunir una comunidad de 123 mil seguidores en Instagram y protagoniza una historia fascinante detrás de los fogones. En el blog de Porvasal hemos podido conocerla mejor.
¿Cómo te inspiras? ¿Dónde sueles buscar la inspiración para crear tus recetas?
Yo tengo el vicio de leer libros y revistas de cocina, pero ocurre que soy muy indisciplinada para seguir recetas de nadie. Por ejemplo, puedo ver unos canelones y yo me imagino otra receta, de modo que en esa primera imagen he encontrado una inspiración. Por otra parte, el color de la comida es lo que más inspira… y luego abres la nevera y a ver lo que hay. A veces tú harías una tarta tremenda de queso, pero abres la nevera y solo hay yogures naturales.
¿Cuántas recetas haces al día?
Pocas, haré dos o tres recetas a la semana, es que hago muchas pruebas. Ahora estoy haciendo un bizcocho porque quiero presentar una tarta super fácil, y el bizcocho no sale con la imagen que yo quiero que tenga, así que me toca repetirlo hasta que salga bien.
¿En el día a día te cocinas las recetas de las que hablas?
Nada, las recetas de las que hablo las comemos cuando las hago, pero por norma se come a la plancha, al horno y hervido. Piensa que me da mucha pereza manchar la cocina porque cada vez que la mancho luego la tengo que dejar impoluta para grabar los vídeos, y ya te digo que hago muchas pruebas.
¿Cómo definirías tu gastronomía?
Diría que es tradicional a tope. Lo de toda la vida. No uso aparatos complicados porque la mayoría de mis seguidores no los tienen. Sí que tengo algún robot, pero en los vídeos no uso nada de eso porque no le puedo decir a la gente que se gaste 1.000 euros para triturar o cocinar. Mi cocina es sencilla y asequible para todos los bolsillos. Cuando una receta necesita el uso de un robot paso de ella, y lo mismo hago cuando me tropiezo con un ingrediente que no conozco.
¿Cómo es el trato con tus seguidores, tienes diálogo con ellos?
No se puede. En Facebook lo intenté, pero es imposible porque al día tengo más de 1000 notificaciones, y si me dedico a contestar no haría otra cosa. Sí que en Instagram intento contestar y trato de poner emojis o comentarios. De todos modos, el que quiere contactar conmigo siempre lo hace, y si yo pienso que puedo contestar algo siempre contesto.
¿Puedes darnos algún truco para alguien que quiera comenzar a crear contenidos para foodies?
Lo principal es intentar ofrecer aquello que uno buscaría en esos sitios. Es decir, yo por ejemplo empecé con un bizcocho después de haber buscado la receta del bizcocho en un montón de ocasiones y en muchas de ellas sin éxito. El que quiera seguidores, tiene que hacer cosas que ayude a esas personas que quiere que vayan a su cuenta. Asimismo, ha de presentarlo lo más bonito posible, porque la gente quiere ver cosas que normalmente no hace.
¿Le pones mucho empeño a los emplatados?
Lo intento, pero se me da mal. Además me pasa que muchas veces estoy haciendo un vídeo y tengo que parar para hacer una foto, porque hay cosas que se tienen que hacer en caliente –caso del flan con el caramelo por encima recién desenmoldado–, entonces, tengo que hacerlo todo tan rápido que impide dedicarle más tiempo al emplatado.
¿Para ti qué ha de tener una buena vajilla?
Para mí tiene que ser muy diversa. Lo que más uso ahora es la vajilla que ofrece variedad, con platos planos y profundos, con cuencos y bols, etc. Además, intento cambiar también en colores, aunque a mí sobre todo me gusta el blanco porque es donde luce más la comida.
