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El diseño de… Quim Larrea

Quim Larrea es un reconocido arquitecto, diseñador y periodista que forma parte de la colección platos de autor de Porvasal a través de dos diseños donde se reflejan sus estudios arquitectónicos. Con una representación muy minimalista escogió reflejar la gastronomía mediterránea a través de un nabo y un tomate. Larrea, a lo largo de su dilatada trayectoria profesional, ha sido miembro de importantes empresas relacionadas con el mundo del a construcción, como la editorial internacional de Arquitectura El Croquis o la revista ARDI. Charlamos con Quim Larre  a sobre cómo fue la experiencia de diseñar para Porvasal; la influencia de la arquitectura en sus diseños y también de nuestra gastronomía.

¿Cuál ha sido la mayor dificultad a la hora de diseñar sobre una vajilla?

La mayor dificultad quizá es imaginarte cómo va a ir todo después. Puedes tener más o menos un plato orientativo, ver un poco cómo queda, pero como la superficie no es clara y tiene curvas, quizá lo más complicado sea poder interpretar cómo va a quedar el diseño cuando se acabe y se serigrafíe, que quede pegado al esmalte de la vajilla. Eso sería lo más complejo del trabajo, el resto no fue de gran dificultad.

¿Por qué elegiste el tomate y el nabo?

Ambas son dos piezas que me parecían bastante comunes en nuestra cocina y como esos platos van destinados precisamente a la comida, me parecían oportunos. Hice una serie de bocetos y seleccioné los que más me gustaban. Dibujé varios alimentos, pero como solo me pedían dos, me quedé al final con el nabo y el tomate que eran más divertidos.

Para inspirarte, ¿te ha ayudado los conocimientos en arquitectura?

Imagino que sí. Quieras o no, aprendí a dibujar estudiando arquitectura. Lógicamente el resultado es fruto de un trabajo de dibujo. Es una representación muy lineal, muy de punta de lápiz, se refleja bastante el trazo de arquitectura. Parte de mi influencia y de mi formación me ayudó a resolver este reto con solvencia.

¿Hubo muchos bocetos?

Hice varios esbozos, no solo del tomate y el nabo que fueron con los que terminé quedándome. Barajé la opción de un pimiento, una cebolla… al fin y al cabo, todos alimentos comunes en nuestra gastronomía.

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